En mi rol de trabajadora social y en mi contacto continuo con equipos multidisciplinarios, me ha tocado contestar una pregunta de una maravillosa psicóloga que trabaja conmigo,... "en los temas espirituales jamás he entendido ¿por que se le da una connotación tan negativa al apego?"..... Y me quede pensando, lo disonante que puede ser compatibilizar el cotidiano con el desarrollo de lo espiritual, solo por mencionar un detalle como una expresión de conceptos.
Respiré hondo y pensé,..." pues ella tiene razón", y le contesté que cuando se hablaba de apego en lo espiritual, es en realidad sobre la dependencia emocional y en ese contexto el desapego sería el desprenderse y sanar estas ataduras humanas.
Luego continué pensando, el apego es tan demonizado como el Ego y eso no debe ser, algo también está mal en este establecimiento de sinónimos, así que comencé a consultar a mi ser superior y si, el apego es esencial para desenvolvernos en esta experiencia humana en protección y confianza, tal cual como el rol desempeñado por nuestros Egos.
Mediante el apego seguro, los lactantes aprenden a comprender el mundo, aprenden a explorar de forma saludable, adquieren confianza en sí mismo en la medida que crecen, logrando ser adultos saludables. En muchos otros casos, se desarrollan trastornos de apego, dado que al no darse un apego seguro, el niño crece en sensación de abandono, carencia, desprotección, desconfianza, en resumen en entornos displacenteros, y en muchos, muchos más casos de los que querríamos, se desarrollan trastornos emocionales, entre ellos lo que generan dependencia.
Con este análisis entonces, descubrimos, que el desapego, siendo el opuesto al apego (seguro), vendría a generar lo contrario a lo saludable y armónico. Mientras esperamos confiar en este proceso, el desapego nos genera incertidumbre, impredictibilidad y por consiguiente desconfianza, de este modo,... ¿no estaremos entonces remando al revés o contra corriente?... Dirán, "pero si solo son conceptos" , pero no olvidemos que las palabras construyen realidades, y las realidades también son subjetivas y determinan mi desenvolvimiento en esta dimensión.
Por lo que sí, el apego es necesario, el apego a lo espiritual, a las experiencias, a los sentimientos, sensaciones a nuestra llama que de su mano nos empuja a confiar en lo que nos pasa. Todo esto depende de como aprendimos a apegarnos en nuestra crianza, porque eso determina nuestro estilo de apego adulto, por lo que si éste no es seguro, tenderemos a vivir desapegados y desde la desconfianza.
Puedo asegurar que probablemente muy pocos de nosotros ha aprendido un estilo seguro, sobre todo porque antes no estaban sistematizados conocimientos y conceptos de buen trato y parentalidad positiva en los estilos de crianza. Entonces aquí es donde hemos visibilizado un eslabón perdido, donde volcarnos a ver, de que manera y en que grado soy o no soy un adulto con estilo seguro de vinculación.
Esto es difícil, esto más que limpiar es sanar, la diferencia entre ambos conceptos es abismal, una herida puede ser limpiada, pero por mucho que se haga el esfuerzo y se use inclusive Mr. Músculos, la herida permanecerá abierta, la sanación es la única forma de garantizar que nuestras heridas se cierren y se sicraticen.... dolerá? Si...
temer al dolor? Jamás, porque cada uno tiene la capacidad de reaprender, de rectificar y apegarse a lo verdadero y a confiar que luego del dolor vendrá la sanación y con ello el camino verdadero de unión y reunión con nuestro otro aspecto encarnado.
Muchas gracias por ser y estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario